Tradicionalmente se ha dicho que el reto de los hombres es atraer a las mujeres y el de las mujeres es mantener a los hombres. Por varios motivos sociales y biológicos a los hombres nos suelen atraer estos tres aspectos físicos. Un estudio del Dr. Russell y otro de los Drs. Stephen y McKeegan demuestran que el contraste entre los ojos, labios y piel de alrededor pueden afectar la identificación del sexo en una persona.
Para llegar a San Valentín con el atractivo subido, la psicóloga y sexóloga Marian Frías nos da las claves para que te conviertas en una auténtica maestra de la seducción y triunfes este, o cualquier otro día del año. Un tip para que esto no se nos olvide es tener la respuesta escrita en un sitio visible, para que nos ayude a recordarlo durante el día. Así que cuida tu físico y acepta la belleza de lo natural e imperfecto. Rodearte de entornos divertidos y agradables alimenta el atractivo. Utilizar los sentidos para seducir El mundo del erotismo no es un mundo solamente teórico, requiere de experimentación. Un buen seductor tiene que saber utilizar sus sentidos a su favor para generar conexión y deseo. Antes de tocar a la otra persona, toquémonos a nosotros primero para que esa persona pueda verlo. Acariciarnos el cuello, rozar nuestros labios con un dedo, poner nuestras manos en nuestros propios muslos, es un acto que favorece la conexión antes de llegar a tocar a la otra persona. El deseo va a fuego lento.
Aunque se esté felizmente en pareja las personas pueden masturbarse, y esto nos lleva al siguiente mito. La fertilidad no depende de la frecuencia con la que un hombre mantenga relaciones sexuales y se masturbe, sino de la calidad del esperma, así que masturbarse no va a provocar infertilidad. Pues bien, no existe ninguna evidencia científica que afirme que masturbarse baja la testosterona, así que ambas cosas parecen no tener relación. Muchas personas se hacen estas preguntas y otras sobre los efectos de la masturbación: la frecuencia con la que masturbarse y si, por ejemplo, masturbarse todos los días es algo de lo que hay que preocuparse. Tenemos que empezar a preocuparnos e ir al psicólogo cuando la masturbación excesiva. En esos casos, podríamos estar hablando de masturbación compulsiva y hay que pedir ayuda psicológica.
